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 La Biblia y usted

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MensajeTema: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 8:11 am

Los críticos modernos dicen que la Biblia es anticientífica y contradictoria, que es solo una colección de mitos. Por otra parte, Jesús dijo: “Tu palabra [la de Dios] es la verdad”. (Juan 17:17.) La evidencia apoya a Jesús, no a los críticos. Los hechos muestran que la Biblia contiene historia verdadera. Además, su notable armonía, sus profecías que se cumplen, su profunda sabiduría y la buena influencia que ejerce en la gente, todo demuestra que es la Palabra escrita de Dios. Como escribió el apóstol Pablo: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”. (2 Timoteo 3:16.)
EL QUE la Biblia sea palabra de Dios y no del hombre significa mucho para nosotros. Significa que Dios en verdad se ha comunicado con los humanos. Ha contestado muchas de nuestras preguntas y ha mostrado la solución para muchos de nuestros problemas. También significa que lo que la Biblia describe para el futuro se realizará. El Reino de Dios realmente gobierna, y con el tiempo eliminará de esta Tierra toda injusticia, opresión y sufrimiento.
Pues bien, la cuestión es: ¿Qué hará usted con esta información? El saber que la Biblia es la Palabra de Dios debería hacer que por lo menos quisiera investigarla. El salmista prometió felicidad a los que hagan eso cuando escribió: “Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos [...] antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja”. (Salmo 1:1, 2.)
Acepte ayuda
Puede que al leer la Biblia usted note cosas que no entienda. (2 Pedro 3:16.) Un suceso que se relata en el libro bíblico de Hechos muestra que eso es de esperarse. Poco después de la muerte de Jesús, un etíope leía las profecías del libro bíblico de Isaías. Felipe, un evangelizador cristiano, se acercó al etíope y le preguntó: “¿Verdaderamente sabes lo que estás leyendo?”. Él no sabía, así que pidió a Felipe que le ayudara a entender. (Hechos 8:30, 31.)
No solo se nos anima a leer la Biblia, sino también a obrar en conformidad con lo que leemos. (Salmo 119:2.) Además, la Biblia da este consejo animador: “Gusten y vean que Jehová es bueno; feliz es el hombre físicamente capacitado que se refugia en él”. (Salmo 34:8.) En realidad nos invita a poner a Dios a prueba. Trate de aplicar en su vida los principios procedentes de Dios, y muestre así que confía en que él sabe lo que le es más conveniente a usted. Solo entonces verá que ese es en verdad el camino correcto. Los que confían así en Dios son verdaderamente felices.
El apóstol Pablo dijo que la Biblia es “provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas”. (2 Timoteo 3:16.) Sin embargo, a veces lo que la Biblia dice no es popular. Por ejemplo, la Biblia condena los actos homosexuales, pero hoy en muchos lugares se tiene la homosexualidad como un estilo de vida aceptable. (Romanos 1:24-27; 1 Corintios 6:9-11; 1 Timoteo 1:9-11.) La Biblia también dice que la vida del bebé no nacido es importante y no debe ser destruida premeditadamente, pero por todo el mundo se llevan a cabo unos 50.000.000 de abortos cada año. (Éxodo 21:22, 23; Salmo 36:9; 139:14-16; Jeremías 1:5.) ¿Qué podemos hacer si personalmente se nos hace difícil aceptar lo que la Biblia dice sobre estos asuntos?
Pues bien, los cristianos han aprendido que siempre es sabio seguir la Palabra de Dios. ¿Por qué? Porque, a la larga, siempre el obedecer lo que la Biblia dice produce los mejores resultados para todos. (Proverbios 2:1-11.) La realidad es que, en lo que se refiere a sabiduría, los humanos son muy limitados. Rara vez pueden prever las consecuencias de sus actos. El profeta Jeremías confesó: “Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso”. (Jeremías 10:23.)
Con solo mirar alrededor vemos que esa evaluación es correcta. La mayoría de los problemas que afligen al mundo son el resultado directo de que la gente no siga el consejo de la Palabra de Dios. La larga y angustiosa historia de la humanidad ha mostrado que los hombres no pueden decidir por sí mismos con éxito su derrotero en asuntos morales. Dios es infinitamente más sabio que nosotros. ¿Por qué no aceptar lo que él dice, en vez de confiar en nuestra propia sabiduría? (Proverbios 28:26; Jeremías 17:9.)
Nadie es perfecto
La Biblia nos hace notar otro campo en que necesitamos ayuda. Todos hemos heredado la tendencia al pecado. “La inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud.” (Génesis 8:21; Romanos 7:21.) Este problema se agrava por el hecho de que vivimos en un mundo que no sigue los principios bíblicos. Por eso, no solo necesitamos ayuda para entender la Biblia, sino para poner en práctica lo que aprendemos. De ahí que la Biblia nos anime a asociarnos con los que desean seguir las normas piadosas en su vida. El salmista escribió: “He odiado la congregación de los malhechores, y con los inicuos no me siento. [...] Entre las multitudes congregadas bendeciré a Jehová”. Otro salmo dice: “¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!”. (Salmo 26:5, 12; 133:1.)
Como se ve, el saber que la Biblia es la Palabra de Dios trae bendiciones y responsabilidades. Se nos bendice cuando para nuestra conducta diaria se nos da guía que no se puede conseguir de ninguna otra fuente. Además, aprendemos que Dios nos amó al proveer a su propio Hijo como rescate para que tengamos la esperanza de alcanzar vida eterna. (Juan 3:16.) Nos damos cuenta de que Jesús es Rey ahora y pronto entrará en acción para eliminar de la Tierra la iniquidad. Con confianza esperamos los justos “nuevos cielos y una nueva tierra” que Dios mismo ha prometido. (2 Pedro 3:13.)
Pero tenga presente que tenemos la responsabilidad de estudiar la Biblia y tomar a pecho lo que dice. Dios mismo nos aconseja: “Hijo mío, no olvides mi ley, y observe tu corazón mis mandamientos”. (Proverbios 3:1.) Aunque para la mayoría de la gente la Biblia sea solo palabra humana, valerosamente nosotros debemos ‘dejar que Dios sea hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso’. (Romanos 3:4.) Permita que la sabiduría divina guíe su vida. “Confía en Jehová con todo tu corazón [...] En todos tus caminos tómalo en cuenta.” (Proverbios 3:5, 6.) Si usted obra con sabiduría y presta atención así a la Palabra de Dios, esto le beneficiará en su vida ahora y durante toda la eternidad.
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 8:15 am

¿Por qué leer la Biblia?
Vivimos en un mundo que tiene demasiados problemas y muy pocas soluciones. Muchos millones de personas son víctimas constantes del hambre. Las drogas arruinan la vida de muchos. Cada vez más familias se desintegran. El incesto y la violencia familiar son noticia corriente. El hombre envenena el mismo aire que respira y el agua que bebe. Mientras tanto, el crimen va alcanzando a más y más de nosotros. ¿Cree usted que habrá solución alguna vez para estos problemas?
ADEMÁS, vivimos en una era de decisiones difíciles. Por ejemplo, muchas personas se oponen rotundamente al aborto, y lo llaman asesinato de los que no han nacido. Otras tienen la firme opinión de que las mujeres tienen autoridad sobre sus propios cuerpos y deben decidir por sí mismas lo que han de hacer al respecto. Para muchos, la homosexualidad, el adulterio y las relaciones sexuales premaritales son inmoralidad crasa. Otros creen que esas prácticas son asunto de selección personal. ¿Quién puede decir quiénes tienen la razón y quiénes no?
La Biblia ofrece guía en asuntos de moralidad, y describe soluciones eficaces a los problemas del crimen, el hambre y la contaminación. Pero hay una dificultad: la mayoría de la gente ya no ve a la Biblia como autoridad en esos asuntos. Hubo un tiempo en que se prestaba atención a la Biblia con respeto... por lo menos en Occidente. Aunque la Biblia fue escrita por humanos, en la cristiandad la mayoría de las personas solía aceptarla como la Palabra de Dios, pues se creía que Dios mismo había inspirado su contenido.
Sin embargo, lo común hoy es ser escéptico en cuanto a todo: las costumbres, las ideas, la moralidad, hasta la existencia de Dios. Especialmente se duda de lo valioso de la Biblia. Parece que la mayoría de la gente cree que la Biblia está fuera de moda y no tiene aplicación en la actualidad. Pocos son los intelectuales modernos que la ven como la Palabra de Dios. La mayor parte de la gente concordaría más bien con el erudito James Barr, quien escribió: “El relato que doy de cómo se formó la tradición bíblica es el relato de una obra humana. Se trata de la declaración de las creencias de un hombre”.
¿Es eso lo que usted cree? ¿Es para usted la Biblia la Palabra de Dios, o es palabra del hombre? Prescindiendo de cómo contestaría usted esa pregunta, considere esto: Si la Biblia es solo palabra humana, entonces, lógicamente, no hay respuesta clara para los problemas de la humanidad. Lo único que podrán hacer los humanos será arreglárselas como mejor puedan, con la esperanza de que de alguna manera eviten envenenarse de muerte a sí mismos o volarse en pedazos en una guerra nuclear. Pero si la Biblia es la Palabra de Dios, es precisamente lo que necesitamos para sobrevivir a este tiempo difícil.
Incomparable como libro de mayor venta
Para empezar, entre los libros de mayor venta es el de más amplia distribución de toda la historia. Según la edición de 1988 del Guinness Book of World Records (Libro de récords mundiales Guinness) se calcula que entre 1815 y 1975 se imprimieron 2.500.000.000 de ejemplares de la Biblia. Esa es una cifra enorme. Ningún otro libro de la historia siquiera se acerca a la Biblia en cifras de distribución.
Además, ningún otro libro se ha traducido en tantos idiomas. Ahora la Biblia se puede leer, en su totalidad o en parte, en más de 1.800 diferentes idiomas. La Sociedad Bíblica Americana informa que ahora el 98% de la población de la Tierra tiene acceso a ella. ¡Imagínese el enorme esfuerzo implicado en producir tantas traducciones! ¿Qué otro libro ha recibido tanta atención?
Un libro influyente
The New Encyclopædia Britannica llama a la Biblia “probablemente la más influyente colección de libros de la historia humana”. Heinrich Heine, poeta alemán del siglo XIX, confesó: “Dicho sencillamente: debo mi iluminación a la lectura de un libro [...] la Biblia. Bien lo llaman Sagradas Escrituras. Quien haya perdido a su Dios puede descubrirlo de nuevo en este libro”. Durante ese mismo siglo, un luchador contra la esclavitud, William H. Seward, proclamó: “Toda la esperanza de progreso de la humanidad pende de que aumente la influencia de la Biblia”.
Abraham Lincoln, el decimosexto presidente de los Estados Unidos, dijo que la Biblia es “el mejor don de Dios al hombre [...] Si no fuera por ella, no podríamos distinguir entre lo correcto y lo incorrecto”. El jurista inglés sir William Blackstone recalcó la influencia de la Biblia cuando dijo: “Sobre estos dos fundamentos: la ley de la naturaleza y la de la revelación [la Biblia], se basan todas las leyes humanas; es decir: no se debe permitir que ley humana alguna contradiga a estas”6.
Odiada y amada
A la vez, tenemos que notar que ningún otro libro ha sido el blanco de tan cruel oposición y hasta odio por toda la historia. Desde la Edad Media hasta nuestro siglo XX las Biblias han sido quemadas en hogueras públicas. Y la lectura o distribución de la Biblia ha sido castigada con multas y encarcelamientos hasta en tiempos modernos. En siglos pasados era frecuente que tales “delitos” llevaran a la tortura y la muerte.
Por otro lado está la devoción que la Biblia ha inspirado. Muchos han perseverado en leerla a pesar de persecución incesante. Considere a William Tyndale, inglés del siglo XVI que se educó en la Universidad de Oxford y fue respetado profesor de la Universidad de Cambridge.
Tyndale amaba la Biblia. Pero en sus días las autoridades religiosas insistían en mantenerla en latín, una lengua muerta. Por eso, para que sus coterráneos pudieran entenderla, Tyndale se propuso traducirla al inglés. Puesto que aquello iría contra la ley, Tyndale tuvo que abandonar su cómoda carrera académica y huir a tierra continental europea. Vivió la difícil vida de un fugitivo por suficiente tiempo como para traducir las Escrituras Griegas (el “Nuevo Testamento”) y parte de las Escrituras Hebreas (el “Antiguo Testamento”) en su propio idioma; pero finalmente fue arrestado, declarado culpable de herejía y estrangulado, y su cuerpo fue quemado.
Tyndale está entre las muchas personas que lo sacrificaron todo para leer la Biblia o hacer que otros pudieran beneficiarse de ella. Ningún otro libro ha inspirado a tantos hombres y mujeres comunes a desplegar tanto valor. A este respecto, la Biblia ciertamente es inigualable.
La afirmación de que es la Palabra de Dios
La Biblia es también singular por lo que han afirmado sus escritores. Unas 40 personas —entre ellas reyes, pastores, pescadores, funcionarios, sacerdotes, por lo menos un general, y un médico— participaron en escribir las diferentes partes de la Biblia. Pero vez tras vez los escritores dijeron lo mismo: que no escribían sus propios pensamientos, sino los de Dios.
15 Por eso, son frecuentes en la Biblia expresiones como estas: “El espíritu de Jehová fue lo que habló por mí, y su palabra estuvo sobre mi lengua”, o: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos”. (2 Samuel 23:2; Isaías 22:15.) En una carta enviada a un compañero evangelizador, el apóstol Pablo escribió: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente y esté completamente equipado para toda buena obra”. (2 Timoteo 3:16, 17.)
La Biblia, de acuerdo con lo que afirma de ser palabra de Dios y no palabra del hombre, contesta preguntas que solo Dios puede contestar. Por ejemplo, explica por qué los gobiernos humanos no han podido traer paz duradera, cómo puede el hombre hallar la mayor satisfacción en la vida, y lo que el futuro encierra para la Tierra y la humanidad que la habita. Pues bien, muchas veces usted como persona pensadora probablemente se ha hecho preguntas sobre estas cuestiones y otras similares. ¿Por qué no pudiera por lo menos considerar la posibilidad de que la Biblia sea la Palabra de Dios y, que, por eso, pueda dar respuestas válidas como ninguna otra fuente pudiera hacerlo?
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 8:18 am

La lucha de la Biblia por vivir
Las pruebas de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios pudieran compararse a las hebras de una cuerda. Cada hebra es fuerte, pero cuando todas se unen, forman una cuerda irrompible. En este capítulo y el siguiente consideraremos solo una hebra de prueba: la historia de la Biblia como libro. En verdad es un milagro que este libro maravilloso haya sobrevivido hasta hoy. Considere usted mismo los hechos.
LA Biblia es más que solo un libro. Es una preciosa biblioteca de 66 libros —algunos cortos y otros bastante largos— que contienen ley, profecía, historia, poesía, consejo y mucho más. Siglos antes del nacimiento de Cristo, judíos o israelitas fieles escribieron (principalmente en hebreo) los primeros 39 libros. Esta es la parte de la Biblia llamada con frecuencia el Antiguo Testamento. Los últimos 27 libros fueron escritos en griego por cristianos, y son muy conocidos como el Nuevo Testamento. Según las pruebas internas y las tradiciones más antiguas, los 66 libros fueron escritos durante un período de unos 1.600 años, desde cuando Egipto era una potencia dominante hasta cuando Roma controlaba el mundo.
Solo la Biblia sobrevivió
Más de 3.000 años atrás, cuando empezó a escribirse la Biblia, Israel era simplemente una nación pequeña entre muchas del Oriente Medio. Jehová era su Dios, mientras que las naciones circundantes tenían una confusa variedad de dioses y diosas. En aquel tiempo los israelitas no eran los únicos envueltos en la producción de literatura religiosa. Otras naciones también estaban escribiendo literatura que reflejaba sus creencias religiosas y valores nacionales. Por ejemplo, la leyenda acadia de Gilgamés, de Mesopotamia, y las epopeyas de Ras-Shamra, escritas en ugarítico (un idioma que se hablaba en lo que ahora es el norte de Siria), sin duda eran muy populares. Entre la vasta literatura de aquella época también había obras como Las amonestaciones de Ipu-wer y La profecía de Nefer-rohu, en egipcio, himnos a diferentes divinidades en sumerio y obras proféticas en acadio1.
Sin embargo, a todas aquellas obras del Oriente Medio les pasó lo mismo. Fueron olvidadas, y hasta los idiomas en que se escribieron dejaron de existir. Solo en años recientes se han enterado arqueólogos y filólogos de la existencia de aquellas obras y han descubierto cómo leerlas. Por otra parte, los primeros libros escritos de la Biblia hebrea han sobrevivido hasta nuestros tiempos y todavía se leen extensamente. En ocasiones ciertos eruditos han alegado que de algún modo los libros bíblicos hebreos se derivaron de aquella literatura de la antigüedad. Sin embargo, la supervivencia de la Biblia hebrea —en contraste con tanta de aquella literatura que pasó al olvido— la marca como significativamente diferente.
Los guardianes de la Palabra
Debe comprenderse que desde el punto de vista humano la supervivencia de la Biblia no era de esperarse. Las comunidades que la produjeron experimentaron pruebas tan difíciles y opresión tan enconada que realmente es extraordinario que la Biblia haya sobrevivido hasta la actualidad. En los años antes de Cristo los judíos que produjeron las Escrituras Hebreas (el “Antiguo Testamento”) eran una nación relativamente pequeña. Moraron en peligro entre poderosos estados políticos envueltos en luchas por la supremacía. Para sobrevivir, Israel tuvo que pelear contra una sucesión de naciones, como los filisteos, los moabitas, los ammonitas y los edomitas. Durante una época en que los hebreos estuvieron divididos en dos reinos, el cruel Imperio Asirio casi eliminó el reino del norte, mientras que los babilonios destruyeron el reino del sur y se llevaron en cautiverio al pueblo; y solo un resto regresó a su tierra 70 años después.
Hasta hay informes de intentos de genocidio contra los israelitas. Allá en los días de Moisés, Faraón ordenó el asesinato de todos los varoncitos israelitas recién nacidos. De haberse llevado a cabo su orden, se habría aniquilado a los hebreos. (Éxodo 1:15-22.) Mucho tiempo después, cuando los persas dominaban a los judíos, enemigos de los judíos procuraron que se aprobara una ley para exterminarlos. (Ester 3:1-15.) El fracaso de aquella conspiración todavía se celebra en la fiesta judía de Purim.
Después, cuando los judíos fueron subyugados por Siria, el rey Antíoco IV se empeñó en helenizar a la nación judía mediante obligarla a seguir las costumbres griegas y adorar a los dioses griegos. Aquellos esfuerzos también fracasaron. En vez de ser eliminados o asimilados, los judíos sobrevivieron, en contraste con la mayoría de los grupos nacionales a su alrededor, que desaparecieron del escenario mundial. Y las Escrituras Hebreas de la Biblia sobrevivieron con ellos.
Los cristianos, que produjeron la segunda parte de la Biblia (el “Nuevo Testamento”), también fueron un grupo oprimido. A Jesús, su caudillo, se le dio muerte como a un criminal común. En los primeros días después de Su muerte las autoridades judías de Palestina trataron de acabar con los cristianos. Cuando el cristianismo se esparció a otros países, los judíos los persiguieron tenazmente y obstaculizaron su obra misional. (Hechos 5:27, 28; 7:58-60; 11:19-21; 13:45; 14:19; 18:5, 6.)
La tolerancia inicial de las autoridades romanas cesó en los tiempos de Nerón. Tácito se jactó de las “torturas intensas” que aquel cruel emperador infligió a los cristianos, y desde su tiempo en adelante el ser cristiano fue un delito castigable con pena de muerte2. En 303 E.C. el emperador Diocleciano obró directamente contra la Biblia. Para acabar con el cristianismo, ordenó la quema de todas las Biblias cristianas3.
Aquellas campañas de opresión y genocidio verdaderamente ponían en peligro la supervivencia de la Biblia. Si a los judíos les hubiera ocurrido lo mismo que a los filisteos y los moabitas, o si hubieran tenido éxito los esfuerzos de —primero— las autoridades judías, y —después— las autoridades romanas por acabar con el cristianismo, ¿quiénes habrían escrito y conservado la Biblia? Felizmente, los guardianes de la Biblia —primero los judíos y después los cristianos— no fueron eliminados, y la Biblia sobrevivió. Pero surgió otra seria amenaza, si no contra la supervivencia de la Biblia, por lo menos contra su integridad.
Copias falibles
Muchas de las obras antiguas ya mencionadas que al fin pasaron al olvido se habían tallado en piedra o grabado en tablillas de barro duraderas. No fue así con la Biblia. Esta fue escrita originalmente en papiro o en pergamino... materiales mucho menos durables. El resultado de esto fue que los manuscritos originales desaparecieron hace muchísimo. Entonces, ¿cómo se conservó la Biblia? Mediante incontables miles de copias hechas laboriosamente a mano. Así se reproducía por lo general un libro antes de la invención de la imprenta.
Pero hay un peligro cuando algo se copia a mano. Sir Frederic Kenyon, el famoso arqueólogo que fue bibliotecario del Museo Británico, explicó: “Hasta ahora no se han creado la mano ni el cerebro humanos que puedan copiar completamente una obra larga sin cometer algún error. [...] De seguro se introducirían errores”4. Cuando un error se introducía en un manuscrito, se repetía cuando ese manuscrito se usaba como la base para copias futuras. Cuando se hacían muchas copias durante un largo período de tiempo, se introducían muchos errores humanos.
12 En vista de los muchos miles de copias que se hicieron de la Biblia, ¿cómo sabemos que este proceso no la cambió hasta hacerla irreconocible? Pues bien, considere el caso de la Biblia hebrea, el “Antiguo Testamento”. En la segunda mitad del siglo VI a.E.C., cuando los judíos regresaron del exilio en Babilonia, un grupo de hebraístas conocido como los soferim, “escribas”, llegaron a ser los guardianes del texto de la Biblia hebrea, con la responsabilidad de copiar aquellas Escrituras para su uso en la adoración pública y privada. Eran hombres muy devotos a su labor, profesionales, y su obra fue de la mejor calidad.
Desde el siglo VII hasta el X E.C. los que hicieron la obra que antes hacían los soferim fueron los masoretas. Su nombre se deriva de una palabra hebrea que significa “tradición”, y básicamente ellos también eran escribas encargados de conservar el texto hebreo tradicional. Los masoretas eran meticulosos. Por ejemplo, el escriba tenía que usar como texto maestro una copia debidamente autenticada, y no se le permitía escribir nada de memoria. Tenía que verificar cada letra antes de escribirla5. El profesor Norman K. Gottwald informa: “Una indicación del cuidado con que cumplían sus deberes era el requisito rabínico de que todos los manuscritos nuevos se sometieran a corrección de pruebas y las copias defectuosas se descartaran inmediatamente”6.
¿Con cuánta exactitud transmitieron el texto los soferim y los masoretas? Hasta 1947 era difícil contestar esa pregunta, pues los más antiguos manuscritos hebreos completos eran del siglo X E.C. Sin embargo, en 1947 se hallaron fragmentos de manuscritos muy antiguos en ciertas cavernas cerca del mar Muerto, y entre estos había partes de libros de la Biblia hebrea. Algunos fragmentos eran de antes del tiempo de Cristo. Los escriturarios los compararon con los manuscritos hebreos existentes para ver cuán exactamente se había transmitido el texto. ¿Qué resultado tuvo esta comparación?
Entre las obras de más antigüedad descubiertas estuvo todo el libro de Isaías, y la similitud de su texto con el de la Biblia masorética que tenemos hoy es asombrosa. El profesor Millar Burrows escribe: “Muchas de las diferencias entre el rollo de Isaías [descubierto recientemente] [...] y el texto masorético pueden explicarse como errores al copiar. Aparte de estos, en general hay una notable concordancia con el texto de los manuscritos medievales. Tal concordancia en un manuscrito de mucha más antigüedad ciertamente es testimonio de la exactitud del texto tradicional en conjunto”7. Burrows añade: “Maravilla el que por unos mil años el texto experimentara alteraciones tan leves”.
En cuanto a la parte de la Biblia escrita en griego por los cristianos —el llamado Nuevo Testamento—, los copistas eran más como aficionados talentosos que como los muy educados y profesionales soferim. Pero por trabajar como lo hacían bajo la amenaza del castigo de las autoridades, tomaban muy en serio su obra. Y hay dos cosas que nos aseguran que hoy tenemos un texto que en esencia es el mismo que se escribió originalmente. Primero, tenemos manuscritos de una fecha mucho más cercana a la de los escritos originales que los manuscritos de la parte hebrea de la Biblia. De hecho, un fragmento del Evangelio de Juan es de la primera mitad del segundo siglo, o sea, de menos de 50 años después de cuando Juan probablemente lo escribió. Segundo, por sí misma la gran cantidad de manuscritos existentes hace posible una formidable demostración de lo válido del texto.
Sobre esto sir Frederic Kenyon testificó: “Hay que enfatizar vigorosamente la seguridad sustancial del texto de la Biblia. Esto se puede decir especialmente del Nuevo Testamento. Tan grande es la cantidad de manuscritos del Nuevo Testamento, de sus traducciones desde los primeros tiempos y de citas de él por los escritores más antiguos de la Iglesia, que es casi seguro que la verdadera lectura de todo pasaje dudoso está en alguna de esas autoridades antiguas. No se puede decir eso de ningún otro libro antiguo del mundo”10.
El pueblo y sus idiomas
Los idiomas originales usados en la Biblia obstaculizaban también, al cabo, su supervivencia. Los primeros 39 libros se escribieron principalmente en hebreo, la lengua de los israelitas. Pero el hebreo nunca ha sido lengua extensamente conocida. Si la Biblia hubiera seguido en aquel idioma, su influencia nunca habría trascendido de la nación judía y de los pocos extranjeros que podían leerla. Sin embargo, en el siglo III a.E.C. se comenzó a traducir la parte hebrea de la Biblia al griego para beneficio de los hebreos que vivían en Alejandría, Egipto. En aquel tiempo el griego era lengua internacional. Así los no judíos tuvieron fácil acceso a la Biblia hebrea.
Cuando llegó el tiempo para que se escribiera la segunda parte de la Biblia, el griego todavía se hablaba extensamente, y por eso los últimos 27 libros de la Biblia se escribieron en esa lengua. Pero no todo el mundo entendía el griego. Por eso, poco después empezaron a aparecer traducciones de la parte hebrea y de la parte griega de la Biblia en los idiomas de uso diario en aquellos primeros siglos de la era común, tales como siriaco, copto, armenio, georgiano, gótico y etiópico. El idioma oficial del Imperio Romano era el latín, y se hicieron tantas traducciones al latín que fue necesario mandar hacer una “versión autorizada”. Esta se terminó alrededor de 405 E.C. y llegó a ser conocida como la Vulgata (que significa “popular” o “común”).
Como se ve, a pesar de muchos obstáculos la Biblia sobrevivió hasta los primeros siglos de nuestra era común. Los que la produjeron eran minorías despreciadas y perseguidas que vivían una vida difícil en un mundo hostil. En el proceso de copiarla su significado pudo haberse torcido gravemente, pero eso no sucedió. Además, escapó del peligro de que solo pudieran leerla personas de ciertos idiomas.
¿Por qué fue tan difícil la supervivencia de la Biblia? Ella misma dice: “El mundo entero yace en el poder del inicuo”. (1 Juan 5:19.) Por eso, esperaríamos que el mundo fuera hostil a la verdad publicada, y así ha sucedido. Entonces, ¿por qué sobrevivió la Biblia cuando tantas otras obras literarias que no afrontaron las mismas dificultades fueron olvidadas? La Biblia contesta esto también. Dice: “El dicho de Jehová dura para siempre”. (1 Pedro 1:25.) Si la Biblia es en verdad la Palabra de Dios, ningún poder humano puede destruirla. Y hasta este siglo XX, esa es la realidad.
Sin embargo, en el siglo IV E.C. sucedió algo que con el tiempo tuvo como consecuencia nuevos ataques contra la Biblia y afectó profundamente el curso de la historia europea. Solo diez años después de haber intentado Diocleciano destruir toda copia de la Biblia, la política imperial cambió y el “cristianismo” fue legalizado. Doce años después, en 325 E.C., un emperador romano presidió el concilio “cristiano” de Nicea. ¿Por qué resultaría ser peligroso para la Biblia algo que parecía ser tan favorable?
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 8:22 am

La falsa amiga de la Biblia
En este capítulo se considera la razón principal por la cual muchas personas de países no cristianos rehúsan aceptar la Biblia como la Palabra de Dios. Históricamente, la cristiandad ha alegado que cree en la Biblia y es su guardiana. Pero las organizaciones religiosas de la cristiandad han estado implicadas en algunos de los sucesos más espantosos de la historia, desde las Cruzadas y los pogromos de la Edad Media hasta el exterminio de millones de personas por los nazis en nuestros tiempos. Pero ¿es buena razón para rechazar la Biblia la conducta de la cristiandad? En realidad la cristiandad ha sido una falsa amiga de la Biblia. La lucha de la Biblia por sobrevivir no concluyó al surgir la cristiandad en el siglo IV E.C.
PARA el fin del primer siglo se habían escrito todos los libros de la Biblia. Desde entonces los cristianos llevaron la delantera en copiar y distribuir la Biblia ya completa. Al mismo tiempo, empezaron a traducirla en los idiomas más comunes de su día. Sin embargo, mientras la congregación cristiana efectuaba esta admirable obra, se iba formando algo que sería una verdadera amenaza para la supervivencia de la Biblia.
La Biblia misma había predicho que algo así ocurriría. En cierta ocasión Jesús dio una parábola acerca de un hombre que sembró en su campo semillas de trigo de buena calidad. Pero “mientras los hombres dormían”, un enemigo sembró semillas de mala hierba. Las dos clases de semillas brotaron, y por algún tiempo la mala hierba ocultó de la vista el trigo. Mediante esta parábola Jesús mostró que el fruto de su obra sería verdaderos cristianos, pero que después de su muerte se infiltrarían falsos cristianos en la congregación. Con el tiempo sería difícil distinguir entre los verdaderos cristianos y los falsos. (Mateo 13:24-30, 36-43.)
El apóstol Pedro advirtió claramente sobre el efecto que tendrían en lo que la gente pensaría del cristianismo y la Biblia esos “cristianos” asemejados a mala hierba. Dijo: “También habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y por causa de estos se hablará injuriosamente del camino de la verdad”. (2 Pedro 2:1, 2.)
Las profecías de Jesús y Pedro empezaron a cumplirse aun en el primer siglo. Hombres ambiciosos se introdujeron en la congregación cristiana y sembraron discordia. (2 Timoteo 2:16-18; 2 Pedro 2:21, 22; 3 Juan 9, 10.) Durante los dos siglos siguientes la pureza de la verdad bíblica fue corrompida por la filosofía griega, y muchos cometieron el error de aceptar doctrinas paganas como verdad bíblica.
En el siglo cuarto, Constantino el emperador romano hizo del “cristianismo” la religión oficial del Imperio Romano. Pero el “cristianismo” que él conocía distaba mucho de ser la religión que Jesús había predicado. En aquel tiempo florecía la “mala hierba”, tal como lo había predicho Jesús. No obstante, podemos estar seguros de que durante todo aquel tiempo había personas que representaban el cristianismo verdadero y se esforzaban por seguir la Biblia como la Palabra inspirada de Dios. (Mateo 28:19, 20.)
Oposición a la traducción de la Biblia
Fue en los días de Constantino cuando empezó a formarse la cristiandad como la conocemos hoy. Desde entonces la forma degenerada de cristianismo que se había arraigado dejó de ser sencillamente una organización religiosa. Formó parte del Estado, y los líderes religiosos desempeñaron un papel importante en la política. Con el tiempo la iglesia apóstata usó su poder político en completa oposición al cristianismo bíblico, y el resultado fue otra peligrosa amenaza para la Biblia. ¿Cómo?
Cuando el latín cesó de ser la lengua de uso cotidiano, se necesitaron nuevas traducciones de la Biblia. Pero la Iglesia Católica ya no favorecía esto. En 1079, Vratislav, quien más tarde llegó a ser rey de Bohemia, pidió permiso al papa Gregorio VII para traducir la Biblia al idioma de sus súbditos. El papa le negó el permiso. Declaró: “Para los que suelen reflexionar sobre ello queda claro que no ha sido sin razón que al Dios Todopoderoso le ha agradado que en ciertos lugares la Santa Escritura sea un secreto, no sea que, por ser obvia a todos los hombres, quizás la estimen poco y le falten al respeto; o pudiera ser que los de conocimiento mediocre la entendieran mal, lo cual llevaría al error”1.
El papa quería que la Biblia permaneciera en latín, entonces una lengua muerta. Su contenido permanecería “secreto”; la Biblia no se traduciría en los idiomas de la gente común. La Vulgata latina de Jerónimo, que se había preparado en el siglo V con el propósito de que todos tuvieran acceso a la Biblia, ahora se convirtió en un medio de mantenerla oculta.
Al adelantar la Edad Media la Iglesia se hizo cada vez más resuelta en su postura contra las Biblias en el lenguaje de la gente. En 1199 el papa Inocencio III escribió una carta tan severa al arzobispo de Metz, Alemania, que este quemó todas las Biblias que halló en alemán3. En 1229 el sínodo de Tolosa, Francia, decretó que “los legos” no podían poseer libros de la Biblia en la lengua común4. En 1233 un sínodo provincial de Tarragona, España, ordenó que se entregaran todos los libros del “Antiguo o el Nuevo Testamento” para ser quemados5. En 1407 el sínodo clerical convocado en Oxford, Inglaterra, por el arzobispo Thomas Arundel prohibió expresamente que la Biblia se tradujera al inglés o a cualquier otra lengua moderna6. En 1431, también en Inglaterra, el obispo Stafford, de Wells, vedó la traducción de la Biblia al inglés, o poseerla en ese idioma7.
Aquellas autoridades religiosas no trataban de destruir la Biblia. Querían fosilizarla, mantenerla en un idioma que solo unas cuantas personas pudieran leer. Así esperaban evitar lo que llamaban herejía, pero que en realidad equivalía a un desafío a su autoridad. Si hubieran tenido éxito, la Biblia se habría convertido sencillamente en un objeto de curiosidad intelectual que tuviera poca influencia, o ninguna, en la vida de la gente común.
Los defensores de la Biblia
Felizmente, muchas personas sinceras rehusaron obedecer aquellos edictos. Pero era peligroso negarse a obedecerlos. Algunos sufrieron muchísimo por el “delito” de poseer una Biblia. Considere, por ejemplo, el caso de un español llamado Julián Hernández. Según History of Christian Martyrdom, de Foxe, Julián (o Juliano) “se dispuso a transportar de Alemania a su propio país una gran cantidad de Biblias, escondidas en toneles y marcadas como vino del Rin”. Alguien lo delató, y la Inquisición católica romana lo arrestó. En cuanto a los que habían de recibir las Biblias, “a todos los torturaron indiscriminadamente, y luego se sentenció a varios castigos a la mayoría. A Juliano lo quemaron, a veinte de ellos los asaron, a varios los condenaron a cadena perpetua, a otros los azotaron públicamente y a muchos los condenaron a galeras”8.
¡Qué horrible abuso del poder! ¡Es obvio que aquellas autoridades religiosas no representaban el cristianismo bíblico! La Biblia misma reveló a quién pertenecían cuando dijo: “Los hijos de Dios y los hijos del Diablo se hacen evidentes por este hecho: Todo el que no se ocupa en la justicia no se origina de Dios, tampoco el que no ama a su hermano. Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio, que debemos tener amor unos para con otros; no como Caín, que se originó del inicuo y degolló a su hermano”. (1 Juan 3:10-12.)
¡Pero es notable que hombres y mujeres se arriesgaran a recibir trato tan cruel sólo para poseer una Biblia! Y ejemplos como esos se han multiplicado muchísimas veces desde entonces hasta nuestros días. La profunda devoción que la Biblia ha inspirado en ciertas personas, de modo que estuvieran dispuestas a sufrir pacientemente y someterse sin quejas a una muerte terrible sin levantarse contra sus torturadores, es prueba contundente de que la Biblia es la Palabra de Dios. (1 Pedro 2:21.)
Con el tiempo, después de la rebelión protestante contra el poder católico romano en el siglo XVI, la misma Iglesia Católica Romana se vio obligada a producir traducciones de la Biblia en las lenguas comunes de Europa. Pero aun entonces la Biblia se asoció más con el protestantismo que con el catolicismo. Como escribió el sacerdote católico romano Edward J. Ciuba: “Hay que reconocer honradamente que una de las consecuencias más trágicas de la Reforma protestante fue que los fieles católicos descuidaron la Biblia. Aunque nunca fue olvidada por completo, para la mayoría de ellos la Biblia era un libro cerrado”9.
La alta crítica
Pero las iglesias protestantes no están sin culpa en lo que respecta a oponerse a la Biblia. Con el transcurso de los años ciertos eruditos protestantes lanzaron otra clase de ataque contra la Biblia: un ataque intelectual. Durante los siglos XVIII y XIX desarrollaron un método de estudiar la Biblia conocido como la alta crítica. Sus exponentes enseñaban que gran parte de la Biblia se componía de leyenda y mito. Algunos hasta dijeron que Jesús nunca había existido. En vez de decir que la Biblia era la Palabra de Dios, aquellos eruditos protestantes decían que era la palabra del hombre, y, además, una palabra muy confusa.
Aunque ya no se creen las más extremas de aquellas ideas, en algunos seminarios todavía se enseña la alta crítica, y no es raro oír a clérigos protestantes negar en público la veracidad de grandes porciones de la Biblia. Así, en un periódico australiano se citaron las palabras de un clérigo anglicano que dijo que gran parte del contenido de la Biblia “sencillamente es incorrecto. Parte de la historia es incorrecta. Es obvio que algunos de los detalles han sido falsificados”. Esa manera de pensar es el resultado de la alta crítica.
“Se hablará injuriosamente”
Sin embargo, el mayor obstáculo a la aceptación de la Biblia como la Palabra de Dios puede haber sido la conducta de la cristiandad. Ese sistema afirma que sigue la Biblia. Sin embargo, su conducta ha causado gran oprobio tanto a la Biblia como al mismísimo nombre de cristiano. Como predijo el apóstol Pedro, ‘se ha hablado injuriosamente’ del camino de la verdad. (2 Pedro 2:2.)
Por ejemplo, mientras la iglesia proscribía la traducción de la Biblia, el papa apoyaba enormes proyectos militares contra los musulmanes del Oriente Medio. A estas empresas bélicas se las llamó “santas” Cruzadas, pero no tenían nada de santas. La primera —llamada “la Cruzada del pueblo”— fue una muestra de lo que después vendría. Antes de partir de Europa, un ejército ingobernable, agitado por predicadores fanáticos, se volvió contra los judíos de Alemania y fue exterminándolos en un pueblo tras otro. ¿Por qué? El historiador Hans Eberhard Mayer dice: “El argumento de que los judíos merecían castigo por ser enemigos de Cristo fue solo una débil excusa para ocultar el verdadero motivo: la codicia”10.
En muchos países europeos la rebelión protestante del siglo XVI desalojó del poder al catolicismo romano. Un resultado de esto fue la Guerra de los Treinta Años (1618-1648)... “una de las guerras más terribles de la historia europea”, según The Universal History of the World. ¿Cuál fue la causa básica de esta guerra? “El odio del católico al protestante y del protestante al católico”11.
Para ese tiempo la cristiandad había empezado a extenderse a más allá de Europa y a llevar la civilización “cristiana” a otras partes de la Tierra. Aquella expansión militar se caracterizó por la crueldad y la codicia. En las Américas, en poco tiempo los conquistadores españoles destruyeron las civilizaciones indígenas de aquellas tierras. Un libro de historia dice: “Por lo general los gobernadores españoles destruyeron la civilización nativa sin introducir la europea. El afán de conseguir oro fue lo que principalmente los llevó al Nuevo Mundo”12.
De Europa también salieron hacia otros continentes misioneros protestantes. Uno de los resultados de su obra fue la promoción del colonialismo. Un punto de vista común hoy sobre el esfuerzo misional protestante es este: “En muchos casos la empresa misional se ha usado como justificación y pretexto para dominar a la gente. Es bien conocida la relación entre las misiones, la tecnología y el imperialismo”13.
La estrecha asociación entre las religiones de la cristiandad y el Estado ha continuado hasta nuestro día. Las dos guerras mundiales se pelearon principalmente entre naciones “cristianas”. Clérigos de ambos lados del conflicto instaron a sus jóvenes a pelear y tratar de matar al enemigo... que con frecuencia era de la misma religión. Como se señaló en el libro If the Churches Want World Peace (Si las iglesias desean paz mundial): “Ciertamente no honra a [las iglesias] el que el sistema bélico de hoy se haya desarrollado y haya causado los mayores estragos entre estados que sostienen la causa del cristianismo”14.
La Palabra de Dios sobrevive
Relatamos esta larga y lamentable historia de la cristiandad para que resalten dos puntos. Primero: esos sucesos cumplen profecías bíblicas. Se predijo que muchos supuestos cristianos causarían oprobio a la Biblia y al nombre del cristianismo, y el que eso haya sucedido muestra que la Biblia es verídica. Con todo, no debemos olvidar que la conducta de la cristiandad no representa el cristianismo bíblico.
24 Jesús mismo explicó cómo reconocer a los verdaderos cristianos: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”. (Juan 13:35.) Dijo además: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo”. (Juan 17:16.) Está claro que en estos dos aspectos la cristiandad no representa el cristianismo bíblico. Alega que es amiga de la Biblia, pero ha sido una amiga falsa.
El segundo punto es este: puesto que es obvio que la cristiandad en conjunto ha obrado tan en contra de los intereses de la Biblia, ciertamente es notable que ese libro haya sobrevivido hasta hoy y que todavía ejerza buena influencia en la vida de muchas personas. La Biblia ha sobrevivido a enconados intentos por impedir su traducción, a ataques de eruditos modernistas y al comportamiento anticristiano de su falsa amiga, la cristiandad. ¿Por qué? Porque no hay ninguna otra obra escrita como la Biblia. La Biblia no puede morir. Es la Palabra de Dios, y ella misma nos dice: “La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre”. (Isaías 40:8, Versión Popular.)
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 12:09 pm

Hola HERMES , Cada uno de los capitulos Anteriores me es dificil un poco leerlos y entenderlos baba

Pero sabes, hace algunos años tuve un problema muy fuerte y tuve el honor de leerla un poco y de entender varios de sus fines.
Hoy, por hoy no la leo mucho pero se encuentra en mi hogar y confio mucho en su sabiduria, varias veces enmedio de mis problemas o de varias situaciones que me abruman, la eh sostendio en mis manos cerrada y entonces la abro al azar, cuando empiezo a leer, descubro con gran asombro que en donde empiezo a leer ahi un consejo para mi risa en verdad ESTA ES MI EXPERIENCIA CON TAN EXCEPCIONAL LIBRO.


Tambien en mi opinion particular el Salmo 23 me da fuerza y mucha confianza al igual que el 25.

Como te repito, no soy una fiel lectora de ella, pero si creo profundamente que es la palabra de Dios y que toda direccion en varios de nuestros problemas se encuentran ahi, palabras de consuelo y animo, se encuentran ahi.

Te admiro profundamente, porque personas como tu existan y gusten de darnos una probada de su conocimiento, asi como tu, expongo mi humilde opinion, pues cada quien es dueño de sus decisiones y su pensar.

Pero si ahi un mal muy comun en todos nosotros es la IGNORANCIA.

La INFORMACION ES EL ARMA MAS PODEROSA QUE TENEMOS.
Asi como en nuestra situacion con las deudas, no nos dejemos engañar con lo primero que nos dicen, primero ahi que investigar para despues decidir.

Nunca se queden con la duda ¡ ¡ ¡ 👏 Saludos a todos.
:Gracias2:
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 12:19 pm

Derroche07 con que le dediques de 15 a 20 minutos diarios la habrás leído en un año de manera completa, en lo personal la he leído como 15 veces y e descubierto muchas cosas maravillosas y he encontrado pasajes por toda la biblia que me han ayudado a entender el papel de Jesucristo y como nos ayuda, te invito a que la sigas leyendo y descubrirás grandes tesoros

(Proverbios 2:1-5) 2 Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, 2 de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; 3 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, 4 si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, 5 en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.
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flor
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 12:24 pm

Pero tenga presente que tenemos la responsabilidad de estudiar la Biblia y tomar a pecho lo que dice. Dios mismo nos aconseja: “Hijo mío, no olvides mi ley, y observe tu corazón mis mandamientos”. (Proverbios 3:1.) Aunque para la mayoría de la gente la Biblia sea solo palabra humana, valerosamente nosotros debemos ‘dejar que Dios sea hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso’. (Romanos 3:4.) Permita que la sabiduría divina guíe su vida. “Confía en Jehová con todo tu corazón [...] En todos tus caminos tómalo en cuenta.” (Proverbios 3:5, 6.) Si usted obra con sabiduría y presta atención así a la Palabra de Dios, esto le beneficiará en su vida ahora y durante toda la eternidad.
No es solo leerla si no poner en practica.
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 12:34 pm

flor
Citación :
No es solo leerla si no poner en practica.
Asi es pero para poder vivir la yo he seguido este consejo y en mi familia ha dado resultado
(Deuteronomio 6:4-9) 4 ”Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová. 5 Y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza vital. 6 Y estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; 7 y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Y tienes que atarlas como señal sobre tu mano, y estas tienen que servirles de venda frontal entre los ojos; 9 y tienes que escribirlas sobre las jambas de las puertas de tu casa y sobre tus puertas.
y cuando me refería al leerla era seguir el consejo del salmista que dice:
(Salmo 1:1-3) 1 Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado, y en el asiento de los burladores no se ha sentado.  2 Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja.  3 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que haga tendrá éxito.
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 5:44 pm

Cuando Josué asumió la responsabilidad de dirigir a Israel, se le dijo: “Este libro de la ley [escrito por Moisés] no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente”. Notemos que Dios no le prometió que recibiría sabiduría de forma milagrosa. Solo obraría con sensatez si leía el “libro de la ley” y meditaba en él
Josué 1:8

De igual manera este consejo que se le dio a Josue, nos a servido a nuestra familia,por mas de 30 años somos mas felices a pesar de estos tiempos críticos difíciles de manejar, me gusta mucho este tema que bueno que lo expuso hermes. saludos
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 9:45 pm

Pues la verdad, Lo mejor de mi problema y de mi endeudamiento es que busque a Dios y me acerque a el.
(2 Corintios 5:17) Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo…
Tengo poco leyendo la Biblia (Realmente asombrosa, tenia que ser asi siendo la palabra de Dios) y acercandome a Dios y aceptando a Cristo como mi Salvador.
El señor actua en formas misteriosas, tuve que cometer muchos errores para encontrar el camino en Cristo y la salvación.

Lea la Biblia para ser Sabio
Creala para ser Salvo
y practiquela para ser Santo

Saludos, recuerden que Dios realmente nos ama, tanto que dio a su hijo unigenito por nuestra salvación.
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeMiér Sep 09, 2009 11:12 pm

Buena Informacion Hermes, pero es bastante, si la pones poco a poquito, creo que la digiero mejor.
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeJue Sep 10, 2009 12:52 am

EXCELENTE APORTACION HERMES, GRACIAS POR COMPARTIR TU CONOCIMIENTO.




SALUDOS!!!!!!!!!!! [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
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MensajeTema: Re: La Biblia y usted   La Biblia y usted Icon_minitimeJue Sep 10, 2009 8:34 am

flor Gracias, y tienes razón, yo llevo desde 1989 leyéndola e investigandola ya que la fe no es credulidad es como dice Nuestro Señor Jesucristo:
3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado.

17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Beto Patiño

Citación :
Buena Informacion Hermes, pero es bastante, si la pones poco a poquito, creo que la digiero mejor.
Solo puse poquito, por que es bastante y Gracias

blancamago Gracias

Manolete05
Citación :
Tengo poco leyendo la Biblia (Realmente asombrosa, tenia que ser asi siendo la palabra de Dios) y acercandome a Dios y aceptando a Cristo como mi Salvador
Implica mas que aceptar a Jesús para ser salvo va mas halla, pero lo entiendo apenas la estas leyendo
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